La insatisfacción personal o vital provoca tristeza, apatía, frustración, irritabilidad, incapacidad para sentir placer ante las pequeñas cosas y un diálogo interno negativo a cerca de uno mismo, del presente y del futuro .
Cuando se vuelve crónica es la antesala de la depresión.
Está muy relacionada con la capacidad de tomar decisiones coherentes con lo que realmente a una persona le hace sentir bien y quiere para su vida.
Las causas de la insatisfacción pueden ser:
Un alto grado de exigencia personal imposible de cumplir
Dificultades de adaptación y aceptación
Incapacidad de soltar la necesidad de que las cosas sean de una determinada manera o como espera que sean
Situaciones vitales dolorosas, desagradables y/o no elegidas que creemos no podemos cambiar
No saber cuáles son las propias necesidades y prioridades
Miedo a tomar decisiones y llevarlas a cabo. Por el miedo al cambio, a salir de la zona de confort o el miedo a la reacción de otros
Falta de merecimiento. Baja autoestima
En definitiva la persona no se siente realizada y encuentra obstáculos para conseguir sus objetivos. Tiene la sensación de que ha perdido el control de su vida y no puede hacer nada para cambiarlo.
Y entra en un círculo vicioso: “para qué voy a hacer algo si nada va a cambiar” y nada va a cambiar porque no hago nada.
La salida del círculo es la decisión y acción.
Tomar decisiones y accionar es un riesgo. Hacer cosas distintas resulta incómodo. Puede que no se obtenga el resultado que se espera pero siempre es mejor que seguir en la insatisfacción.
La crisis de la insatisfacción es una oportunidad para plantearte tus prioridades. ¿Qué es lo que te anima, te motiva, te da energía, fuerza, te hace sentir bien y está de acuerdo con tus valores e identidad personal, con tus talentos?
¿Cuál es tu idea acerca de las relaciones, el trabajo, tu crecimiento como persona, el cuidado de tu salud, tu disfrute y placer?
¿Cuáles son tus sueños y necesidades?
Esas respuestas serán tus prioridades.
A prioridades claras, decisiones fáciles.
Tener claras tus prioridades es la guía que te lleva a tomar las decisiones adecuadas y a tener la motivación necesaria para llevarlas a cabo. Y por lo tanto a tomar el control de tu vida y salir de la insatisfacción.
A veces es difícil mantener esas prioridades ante el entorno y las demandas sociales. El trabajo está en tratar de encontrar un equilibrio entre lo que quieres y lo que puedes. Lo que sientes y lo que te dice la razón y la lógica.
Pero el resultado nunca puede ser dejar de lado tus prioridades a favor de la razón o de los demás. Perderías tu guía, te perderías tú.
No puedes permitir que nadie te pida algo que vaya en contra de tus valores, que vulnere tu autoestima o que afecte a tu integridad física o emocional.
Tomar decisiones en base a tus prioridades hace que tus decisiones sean más acertadas, más coherentes con tu identidad y a la vez te permite asumir la responsabilidad ante los resultados.
Enfrentar la insatisfacción supone demostrarte que con tus decisiones puedes y debes ser dueño de tu destino.
Si no puedes tu solo/a pídenos ayuda,
Carmen Sesma - Psicóloga