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CÓMO VIVIR EL PRESENTE


El tiempo es valioso, muy valioso, pasa por nosotros y no regresa.


Alguna vez nos habrá ocurrido que nuestros pensamientos del presente se paran por los recuerdos del pasado. Nos machacamos con nuestras experiencias reviviendo todos los acontecimientos malos que hemos experimentados, nos arrepentimos de lo que no pudimos ser, de lo malo que nos hicieron otras personas y de lo que pudimos hacer mejor y no hicimos.


Nuestra mente gasta alrededor del 70% de su tiempo reproduciendo recuerdos y creando escenarios de momentos perfectos, por lo que solo utilizamos el 30% restante en invertir en nuestro presente. Lo malo es que mucha gente nunca logra vivir en el “ahora”.


Deberíamos ser conscientes de la cantidad de tiempo que gastamos haciendo planes para el futuro o mirando al pasado. Esta actitud no nos permite mirar, vivir y disfrutar de lo que somos y tenemos ahora.


Aprender a vivir el presente es muy importante y es algo que no debemos descuidar. Debemos cuidar de nosotros mismos, de nuestras relaciones con los demás y dedicarnos a lo que nos gusta, a lo que nos apasiona, dejando atrás el pasado.


El futuro no existe y el pasado ya pasó, solo tenemos el AHORA.

¿Qué hacemos para vivir el presente?

1. Terminando con los pensamientos recurrentes


Los pensamientos recurrentes es lo que ocurre cuando aquello que nos preocupa o nos produce estrés atrae hacia sí toda nuestra atención y nuestros pensamientos.


Básicamente, se trata de recuerdos desagradables (independientemente de si se basan en experiencias reales o en ideas) que se convierten en algo a lo que todo lo que hacemos o percibimos termina haciendo referencia.


Para terminar con estos pensamientos lo recomendable es el descanso. Encontrar momentos para descansar en los que paremos nuestra mente o la distraigamos con algo placentero, leer, escuchar música, tomar algo con alguien, un baño caliente, escribir, dibujar, ver series…


2. Practicar Mindfulness

Cualquier actividad, como por ejemplo las del apartado anterior, realizada con plena atención calma nuestra mente y detiene la rumiación de pensamientos. Si además de ser algo placentero es algo que te gusta hacer, experimentarás el disfrute. Mindfulness es atención plena al momento presente. Centrar nuestra atención en una sola cosa en este momento es una forma de meditación muy fácil y efectiva.

Si lo prefieres puedes practicar ejercicios establecidos de Mindfulness.


Además de calmar y disfrutar, estás entrenando tu mente como en un gimnasio. Estás aprendiendo a ser tu quién dirija tu atención y no tu mente con sus programas automáticos.


3. Mejora tu autoestima

Deja de culparte por lo pasado. De exigirte todo el tiempo cosas que no puedes o que no son importantes. De fijarte solo en lo que no te gusta o no has logrado. Deja de etiquetarte e insultarte.

Comienza a valorar tus logros y que eso sea lo único que importe. Acepta como eres. Comprométete con tu mejora. Ponte metas reales. Reconoce tu aprendizaje. Prémiate. Piensa bien de ti. De esta manera mejorará tu autoestima y amor propio.

Cuando esto suceda tú serás lo más importante. Estarás comprometid@ con tu vida, con tu disfrute y aprendizaje. Y todo esto solo se da en el momento presente. Te permitirás vivir en el presente.


4. Haz deporte


Pocas actividades hacen que nos centremos más en el presente como el deporte. Nos exige esfuerzo y concentración en lo que ocurre, funciona muy bien para "desenganchar" nuestra atención de las preocupaciones.


También un ejercicio físico moderado como caminar, pilates, yoga, baile, nos relaja y nos da claridad para poder centrarnos en el presente.


Pero, además, hacer deporte hace que nuestro cuerpo segregue una mayor cantidad de endorfinas, gracias a las cuales nos invade una sensación de bienestar y alivio.

5. Ríe más


La risa y el humor tienen la poderosa cualidad de captar nuestra atención y abstraernos totalmente; de anclarnos al presente. Es un verdadero ejercicio de mindfulness. Una sesión de risoterapia, reírte con amigos recordando anécdotas, contando chistes, jugando, utilizando el sentido del humor en todo lo que nos sucede.




6. Carpe diem.



Esta locución romana que significa "Aprovecha el momento", nos recuerda lo efímero de la vida y la necesidad de aprovechar cada día, cada momento, vivir el presente y darle vida a nuestros días, sabiendo que nuestras vidas tienen los días contados.



Y, si, a pesar de todos tus esfuerzos, no lo consigues, no te preocupes, contacta un buen profesional, contacta con nosotros.


Carmen Sesma - Psicóloga

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