“Amar las cualidades es fácil.
Quisiera ver cómo amas los defectos, las manías,
las cicatrices y las manchas.
Las terquedades y los errores.
Ese es el reto del amor real…”
Frases como ésta pueden hacernos pensar que el amor se trata de sacrificio y resignación. Ni mucho menos es la esencia y función del amor y del amor en la pareja.
EL AMOR NO ES SACRIFICIO NI RESIGNACIÓN
La investigación psicológica avala que el amor es un sentimiento complejo y causado por numerosas variables biológicas, psicológicas y sociales; y por lo tanto no se da por casualidad hacia una persona concreta.
Se trata de cómo me siento, me experimento y me descubro delante de la otra persona. Se trata de que la otra persona me apasiona. Admiro cualidades que yo puedo desarrollar y disfrutar a su lado.
Se trata de que me comprometo a crecer con el impulso que provoca en mí la otra persona. De tener un proyecto de vida y crecimiento común. Se trata de compartir mi intimidad emocional y física con esa persona.
Se trata de cuidado mutuo e interdependencia.
Por lo tanto decido poner por delante de todo este sentimiento complejo y único con esa persona. Aceptarla tal y como es y comprometerme con el disfrute y crecimiento mutuo.
Intimidad, pasión y compromiso son los ingredientes del amor.
Para encontrar un lugar común necesitaremos ceder y ganar algo los dos, pero no sacrificarnos ni resignarnos.
Somos dos personas distintas. Cada una con su genética, historia, experiencia y dificultades personales.
Al principio de la relación la bioquímica del amor y los procesos psicológicos permiten que todo encaje. Cuando eso va cediendo provoca que salgan a la luz los conflictos y con el tiempo nos olvidemos de lo sentimos ante la presencia de la otra persona. Aquí el amor y el mantenimiento de la pareja es una decisión que debe tomarse en base priorizar el sentimiento.
Ni las personas ni las parejas son estáticas. Todo está en continuo cambio en el ser humano y su entorno. Si no es así se produce un estancamiento que lleva a la disfunción y malestar. Parte muy importante del bienestar personal es la aceptación y adaptación de los cambios y al entorno y por lo tanto el crecimiento en vez de estancamiento.
En terapia enseñamos a la pareja a aceptar y tolerar las diferencias, comprender por qué somos como somos, asumir la responsabilidad del propio cambio, superar dificultades personales, estrategias para modificar conductas, habilidades de comunicación y resolución de conflictos, manejo de la intimidad, compartir necesidades y proyecto de pareja.
Si las dos personas trabajan por lo mismo serán dos personas completas que deciden disfrutar de ese sentimiento tan maravilloso.
Carmen Sesma - Psicóloga