Todos sentimos celos de vez en cuando. Es una reacción emocional normal que surge cuando sentimos que una relación, puede ser de pareja o de amistad, muy importante y valorada por nosotros está siendo amenazada.

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Cuando este sentimiento se convierte en irracional, obsesivo y provoca conductas  de control hacia la otra persona, nos encontramos ante un trastorno conocido como celotipia o celos patológicos.

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El nivel de malestar es muy intenso y para la persona que lo sufre se convierte en un auténtico tormento. La preocupación por el otro no es una expresión de amor sino un problema que acaba generando conflictos en la pareja y que en muchos casos rompe la relación o genera conductas violentas y destructivas.

 

Los síntomas principales de los celos patológicos:

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• Miedo intenso y permanente a perder a la otra persona.

• Pensamientos obsesivos  relacionados con la infidelidad o deslealtad de su pareja.

• Las ideas sobre el engaño suelen ser fantasiosas y cuando la razón evidencia que no hay motivo para preocuparse, la persona afectada mantiene su desconfianza contra toda lógica.

• Conductas obsesivas dirigidas a controlar a la otra persona y a comprobar el engaño. La persona celosa busca muestras de la infidelidad y para ello llega a vigilar a su pareja o a violar su intimidad  registrando sus bolsillos, controlando su emails o su móvil en busca de pruebas que confirmen sus sospechas de engaño.

• Exigencias de exclusividad hacia la pareja: La persona celosa puede llegar incluso a tener rabia o envidia hacia los compañeros de trabajo, amigos o familiares de su pareja.

• Estado de ánimo bajo llegando incluso a tener cuadros depresivos leves e intermitentes o una depresión.

 

Terapia

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El proceso terapéutico, siempre adaptado a la persona y caso particular, pasaría por:

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• Identificación del origen de la celopatía que suele estar en experiencias de la infancia o en situaciones traumáticas o humillantes

• Reestructuración cognitiva de los pensamientos irracionales sobre el engaño. Cuestionar la veracidad, racionalidad y utilidad de los pensamientos.

• Revisión del sistema de creencias, mitos y nueva mentalización acerca de las relaciones y el amor

• Aprender  a controlar los impulsos y a gestionar las emociones de una forma más constructiva

• Aumento de la autoconfianza y seguridad personal

• Mejora de la autoestima y la autoimagen

• Desarrollo habilidades sociales y comunicación asertiva

 

En este proceso se utilizan técnicas cognitivo-conductuales, de mindfulness, proyectivas, terapia de aceptación y compromiso, psicodrama.