En ocasiones las personas se enfrentan a circunstancias difíciles o adversas que generan una sobrecarga emocional con gran malestar y una percepción de que no hay solución o esperanza de recuperar el bienestar.

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A veces la persona se encuentra con un yo debilitado ante emociones psicotóxicas (culpa, miedo, ira, inseguridad, falta de merecimiento) (Perales 1992)

 

El apoyo emocional tiene como objetivo restaurar el equilibrio emocional y psicológico. Se trabaja sobre los síntomas y sus causas para reducir o acabar con el malestar que siente la persona.

 

La cognición errónea suele ser el elemento central del malestar de la persona y su dificultad de asimilación.  La causa es el propio funcionamiento de la mente. Utiliza atajos  para procesar la información de forma rápida que sin embargo pueden también en ocasiones provocarnos una mala percepción e interpretación provocando sesgos o errores:

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- Sesgo de atención

- Sesgo interpretativo

- Sesgo de memoria

 

Además la nuestra mente utiliza otros recursos en el procesamiento y asimilación de la información como los atajos de las distorsiones cognitivas, automatización de pensamientos y la comparación de la información externa con nuestros esquemas mentales previos (creencias).

 

Emoción y pensamiento se retroalimentan y hay que añadir la dificultad en la identificación, expresión y gestión de las emociones.

 

La psicoterapia de apoyo proporciona un periodo de aceptación y dependencia temporal del paciente en el que aprende a gestionar su estado emocional y  desarrollar su capacidad de introspección.

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Por ello la relación paciente-terapeuta es muy significativa y en ella debe darse cierta afinidad porque el paciente llega con la esperanza de sentirse comprendido y encontrar alivio a sus cargas. Por su parte el terapeuta espera ser útil ayudando al paciente en su restablecimiento y a la vez dándole las herramientas para que se autónomo y responsable de su equilibrio emocional y bienestar.

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El terapeuta contiene y calma a través de la escucha y guía al paciente en la reflexión sobre sus conflictos.

La actitud del terapeuta debe ser compasiva: con disposición de escucha, aceptación sin crítica ni juicio, respeto y empatía. Debe servir de modelo al paciente en el desarrollo de su capacidad para sostener el dolor emocional y calmar la ansiedad que lo acompaña.

 

 

Terapia:

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Los objetivos terapéuticos sobre los que trabajar serán:

• Ventilación emocional

• Identificación de emociones psicotóxicas y gestión emocional

• Reforzamiento del principio de realidad. Ante una crisis emocional intensa hacer que el paciente adopte una actitud más realista y menos emocional. Distinguir entre emoción y razón

• Aumento de la capacidad de introspección.

• Aumento de la capacidad de análisis. Comprensión amplia de la causalidad de las circunstancias  e integración

• Comprensión de la causa de su malestar y su desadaptación así como hacerse responsable de su actuación para superar sus dificultades

• Estimular la socialización y realización de actividades placenteras

• Fortalecer a la persona. Identidad personal y fortalecimiento de las defensas del yo

• Dotar a la persona de herramientas para enfrentar con éxito sus problemas y circunstancias adversas

• Trabajar la seguridad personal y alentar el sentimiento de esperanza

• Técnicas de relajación